viernes, 27 de abril de 2012
jueves, 26 de abril de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
LA IMPORTANCIA DE NO PENSAR EN EL CORTISIMO PLAZO
Hoy hemos asistido a una nueva
jornada de recuperación en los mercados
financieros, que nos vuelven a llevar a niveles próximos (o en algunos casos
mejores) al cierre de la pasada semana. Parece como si se hubiese borrado la
jornada del lunes, en la que, quizás influidos por los resultados de las
elecciones francesas, los inversores optaron por ventas masivas en renta
variable, a pesar de que los índices estaban en mínimos anuales. Igualmente el
miedo se extendió por el mercado de renta fija pública, y se ponía a la venta
todo lo que no fuese Alemania, provocando una importante elevación de la prima
de riesgo, que llegó a ser la máxima desde la introducción del euro en países
“centrales”, como Holanda, Francia y Bélgica. Dos sesiones después, las aguas
parecen haber vuelto a su cauce y se recuperan las cotizaciones de las
acciones, que ya llevaban incorporadas con una elevada sobreventa, al igual que
la prima de riesgo, que también se reduce. De hecho, el diferencial del bono
español a diez años con el alemán ha bajado durante la sesión de hoy de los
cuatrocientos puntos básicos por primera vez en las últimas semanas. La
moraleja que hay que sacar es que no se deben tomar decisiones de inversión a
la ligera y especialmente no hay que dejarse llevar por el pánico. Se debe
tener la cabeza muy fría y analizar muy bien lo que se tiene y si conviene
comprar o vender (si no se tienen los suficientes conocimientos se debería
pedir consejo a un asesor financiero independiente), ya que los activos
financieros tienen un valor intrínseco y no pasan del blanco al negro de un día
para otro.
miércoles, 18 de abril de 2012
MERCADOS EFICIENTES SALVO CUANDO HAY MIEDO.
Partimos de la base de que el
mercado es eficiente y descuenta toda la información conocida sobre un activo,
e incluso se toman en cuenta determinado rumores que tiene visos de
verosimilitud (un aviso de revisión de resultados o de objetivos, una operación
corporativa, problemas políticos en los países en los que operan, una
enfermedad de un importante directivo…) Sin embargo, cada vez con más frecuencia nos encontramos
con precios de compañías que se van alejando de su valor real ya que el
inversor, institucional o privado, le castiga por encuadrase en un sector o
tener su sede social en un país determinado. Así vemos como el Ibex 35 lleva un
inicio de año bursátil muy negativo, mientras que por ejemplo el Dax obtiene
una rentabilidad positiva de doble dígito. Es cierto que España está
atravesando por dificultades macroeconómicas serias, como lo demuestra el
aumento de la prima de riesgo con respecto a Alemania o los elevados tipos de
interés a los que ha colocado la deuda en la última subasta, pero eso no tiene
que conllevar implícitamente una pobre evolución de las principales acciones
del país, sobre todo en los casos de multinacionales que tienen la mayoría de
las ventas y los ingresos fuera de nuestro país.
Otro ejemplo de miedo, y de gran
actualidad lo tenemos con la petrolera Repsol:
Los problemas de la compañía
energética con Argentina arrancan a principios de año, dejando caer tanto el
Gobierno como las principales Provincias productoras de petróleo que en la
coyuntura actual se podrían poner trabas a una YPF no argentina, e incluso
proceder a su nacionalización. Durante marzo varias Provincias retiraron su
autorización a YPF para la extracción de crudo, lo que aceleró la caída de la
cotización bursátil y que muchos analistas procediesen a actualizar sus
estimaciones sobre Repsol. Plantearon varios escenarios, incluido el de la
pérdida total de YPF (ingresando cero euros por ella) y la mayoría llegó a una
sorprendente conclusión: Repsol, ya sin YPF, ofrecía un importante descuento
con respecto a su cotización. Excuso decir, que una vez que se ha conocido la
nacionalización de YPF, la cotización de Repsol ha bajado de una forma más
importante aún, aumentando el potencial alcista de la acción. La explicación,
el miedo de los entonces accionistas de Repsol.
Otro ejemplo más claro del miedo
a una noticia negativa sobre una compañía la tenemos en los bonos de la propia
Repsol:
En concreto vamos a coger el bono
de 2017. La petrolera es una compañía que no tiene problemas a la hora de hacer
frente a sus pasivos y por ello cuenta con una calificación crediticia
cómodamente instalada dentro de “investment grade”. Su comportamiento, como
vemos en el gráfico no difiere mucho con la de otros bonos corporativos
equivalentes, hasta que a principios de abril los posibles problemas en
Argentina aumentaron la rentabilidad por encima del 4%, ofreciendo ya un
diferencial interesante con respecto a otros bonos similares. Sin embargo la confirmación
de la nacionalización de YPF ha llevado a muchos bonistas a dejarse llevar por
el miedo y tomar decisiones cuando menos poco meditadas. Sí es cierto que la
pérdida de YPF disminuirá los ingresos futuros de Repsol, pero también lo es
que seguramente recibirá un indemnización por YPF (aunque no sabemos si esta
será satisfactoria) y que la compañía cuenta con activos susceptibles de vender
(participación en Gas Natural) si le fuese preciso para hacer frente a sus
obligaciones financieras. Por ello, vender un bono de Repsol con una pérdida de
hasta más de un 7% en un día, cuando la rentabilidad de todo un año no llegaba
al 4,25% cabe achacarla al miedo. Así se evita tener problemas dentro de cinco
años, pero se malvende hoy un buen activo, como si se tratase de un mal “bono
basura”.
domingo, 15 de abril de 2012
jueves, 12 de abril de 2012
Entrevista a Pablo Gaya en el programa Business Connection TV - Grupo intereconomía el 12 de Abril del 2.012
Entrevista a Pablo Gaya en el programa Business Connection TV - Grupo intereconomía el 12 de Abril del 2.012
- Repsol YPF llora por Argentina, expropiación del YPF
lunes, 9 de abril de 2012
domingo, 1 de abril de 2012
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