Esta
semana da comienzo la temporada de presentación de resultados corporativos para
el segundo semestre del año, que como es tradicional, inaugura la acerera Alcoa
en Estados Unidos y Banesto en España. En estos tiempos tan convulsos que
estamos viviendo para los mercados financieros, en los que prácticamente todos
los días los telediarios abren con la evolución de la prima de riesgo y la
subida o desplome de los índices bursátiles, conviene que echemos un vistazo al
principal indicador que nos puede adelantar como debe evolucionar la
rentabilidad de nuestras inversiones: los resultados empresariales.
Efectivamente,
cuatro veces al año las compañías cotizadas están obligadas a hacer públicas
ante el organismo correspondiente (en España es la CNMV) la evolución de sus
cuentas, en un periodo que no puede exceder de los dos meses y medio desde el
cierre del trimestre. El objetivo es que el inversor pueda evaluar regularmente
como está siendo la marcha de la compañía
y que previsiones manejan los gestores de la misma para el futuro más
inmediato.
Hay
una serie de indicadores muy seguidos para poder evaluar la buena o mala salud
de una empresa, como son el beneficio neto, las ventas totales, el margen
bruto, el EBITDA (beneficio antes de amortizaciones, intereses e impuestos)…
aunque también interesa la comparativa con lo acontecido un año antes o en el
trimestre anterior. De esta forma se consigue “desestacionar” los resultados,
ya que hay compañías muy cíclicas, que en determinados periodos del año dan
siempre pérdidas, mientras que los beneficios se centran en unos meses
determinados. Sin embargo lo más jugoso es la “conference call” o
teleconferencia en la que los principales directivos de la compañía, además de
presentar a grandes rasgos los resultados corporativos, responden a las
preguntas que analistas financieros o periodistas económicos les puedan
plantear.
A la
hora de tomar nuestras decisiones de inversión no está de más que nos olvidemos
del ruido de fondo macroeconómico que últimamente está acaparando toda la
información y bajemos al detalle de compañías en concreto. Las buenas
oportunidades se suelen encontrar cuando se producen bajadas generalizadas en
las cotizaciones o subidas en los tipos en renta fija de compañías por estar
encuadradas en un índice bursátil, un área geográfica o un sector determinado.
Lo recomendable es buscar compañías sólidas, que generen mucho flujo de caja
libre, que sean líderes en su sector y que tengan un endeudamiento controlado.
La
época de presentación de resultados es el momento adecuado para variar la
composición de nuestra cartera porque nos va a permitir confirmar que hemos
acertado en la elección de las acciones o ver en donde no se confirman nuestras
expectativas y cuales son las nuevas oportunidades de inversión. No olvidemos
que siempre se invierte en compañías (aunque lo hagamos a través de índices) y
los resultados de estas son lo que más va a influir en su correcta valoración,
por encima de coyunturas económicas o tendencias de mercado.
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