El
euro se encuentra ahora en mínimos de cuatro meses con respecto al dólar. ¿Es
esto una ventaja o una desventaja para la inversión? Pues depende. La primera
consideración que hay que hacer es saber cual es la moneda en la que tenemos
denominada nuestra cartera. Lo normal es que sea el euro, pero es posible
encontrar entre nosotros quien o bien por su nacionalidad o por tener sus
mayores fuentes de ingresos o sus intereses en otro país, “piense” en francos
suizos, o en dólares o en libras esterlinas… Si efectivamente “vivimos” en
euros, la debilidad o la fortaleza de la moneda única no va a afectar a la
mayoría de nuestras inversiones, salvo que éstas tengan intereses en otras
divisas. En principio, si tenemos un depósito en euros, no nos afecta, si
tenemos renta fija emitida en euros no nos afecta, pero, ¿qué pasa si tenemos
acciones? ¿Y fondos de inversión? ¿Y renta fija emitida en otra divisa?
Empecemos
por lo fácil. La renta fija, por ejemplo en dólares, se revalorizará automáticamente
al valorarla en euros.
En
cuanto a las acciones, hay que tener en cuenta dos cuestiones, la moneda de
cotización, y como es la distribución por monedas de los ingresos. Si la divisa
en que cotiza es el euro, el tipo de cambio no influirá, pero si lo hace por
ejemplo en libras, también se revalorizaría nuestra inversión vía tipo de
cambio. En el caso de la distribución de los ingresos, tenemos que hay
compañías multinacionales que a pesar de cotizar en euros y de presentar sus
resultados igualmente en la moneda única, la mayoría de sus ingresos no
provienen de ventas en euros, e incluso ni siquiera es el euro la primera
moneda por beneficios. En este caso, la cotización de la acción debería ir
incluyendo los movimientos del tipo de cambio a la hora de valorar la compañía.
Para
los fondos de inversión, como están invertidos en acciones, en bonos y/o en otras
instituciones de inversión colectiva, hay que saber que es lo que tienen en
cartera y valorarlo de la misma forma antes mencionada. Aunque hay que hacer
una observación, y es saber si el fondo cubre o no cubre la posición en divisa
distinta a la del valor liquidativo. En caso de realizarse cobertura, el tipo
de cambio no afectaría al valor liquidativo. Si en cambio, no se cubre y el
fondo está en euros, una caída del euro le beneficiaría.
Como
conclusión, decir que con un euro débil conviene estar invertido en monedas
fuertes (dólar estadounidense y libra esterlina en este caso) sin cobertura de
tipo de cambio, o en acciones de compañías con una importante parte de sus
ingresos generados en esas divisas (Técnicas Reunidas, Grifols, Inditex, Banco
Santander o Telefónica, por ejemplo) para aprovecharse de un euro débil. Sin
embargo, no hay que perder de vista que es muy difícil adivinar cuando nos vamos
a encontrar con una tendencia positiva o negativa en una divisa, y muchas veces
nos encontramos con que estamos especulando, e igualmente que nos puede
beneficiar la debilidad del euro, su fortaleza nos perjudicaría si este se
diese bruscamente la vuelta. No es conveniente operar con el tipo de cambio
como forma para obtener plusvalías salvo que se sea un experto. En caso
contrario conviene contactar con un asesor financiero.
Fuente: Analista Mirodinero
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