La que hoy en día sigue
considerándose como la inversión más segura, al menos dentro de la zona del
euro, ha traspasado ya la condición de activo refugio para cada vez más ser una
burbuja que algún día estallará. Si cogemos la curva de tipos de la deuda
pública de Alemania nos encontramos con que ésta está prácticamente a cero para
plazos iguales o inferiores a dos años y que por ejemplo a diez años, están en
el entorno del 1,35%. Estos valores no son normales y tampoco se pueden
explicar porque estemos en una época con bajos tipos de interés, ya que son muy
inferiores a los de otros países de la zona euro, como Francia o Austria, por
ejemplo, que no están atravesando grandes dificultades.
Entonces, ¿qué es lo que hay
detrás de todo esto? Pues miedo. Primero hubo miedo a que Grecia no pudiese
cumplir con sus obligaciones e incluso pudiese salir de la zona euro.
Posteriormente hubo miedo de que Irlanda y luego Portugal necesitasen ser
rescatados. A continuación fueron Italia y España las que sembraban dudas sobre
si podrían enderezar sus cuentas públicas. Y por último está el miedo a que en
Grecia se forme un Gobierno contrario a la permanencia del país en la moneda
única y a que España vaya a necesitar nuevos rescates en su sistema financiero
después de aflorar el caso Bankia. Cada vez que ha habido miedo, muchos
inversores y/o gestores profesionales han optado por vender deuda pública de
estos países con problemas (e incluso de otros como Bélgica, Austria, Francia u
Holanda), para comprar deuda alemana. De esta forma han bajado los tipos de la
deuda alemana y subido su precio, mientras que bajaba el precio de la deuda de
otros países europeos, subiendo los tipos.
Sin embargo, todo tiene un límite
y se ha llegado un momento que para el inversor no tiene nada de valor comprar
deuda alemana porque con ello prácticamente solo se puede perder dinero. La
cosa está clara en los plazos cortos, donde invertir un dinero para que en un
plazo de tiempo determinado te lo devuelvan no tiene el más mínimo sentido
financiero. En plazos más largos, todavía los tipos podrían bajar hasta el 0%
pero cuanto más bajen estos, más dura será la caída en precios. No hay que
olvidar, que por ejemplo a diez años los tipos de interés suelen moverse en
circunstancias normales entre el 4% y el 7% y si tenemos un bono con una
rentabilidad del 1,40% y los tipos subiesen hasta el 4%, nuestra inversión
valdría muchísimo menos, ya que podríamos comprar el mismo activo con una
rentabilidad mucho mayor. Si decidiésemos mantener el bono hasta vencimiento,
ganaríamos un 1,40% anual, pero tendríamos un coste de oportunidad tremendo,
porque podríamos ganar un 4% durante diez años.
Parece claro pues, que el precio
de la deuda alemana está realmente inflado y llegará un momento en que se
pinche la burbuja y los poseedores de bonos alemanes perderán dinero, pero no
sabemos cuándo va a ocurrir. Puede ser pasado mañana, si por ejemplo el BCE
empieza una compra masiva de deuda de países con problemas, puede ser en unos
trimestres, si Alemania entra en recesión, (ya lo estaría si no fuese por las
exportaciones) si el euro cambia su tendencia que acumula cuatro meses
consecutivos de bajadas. O podría ocurrir en unos pocos años, cuando los países
europeos solucionen sus problemas de déficit público y crecimiento.
Como conclusión, existen
productos más rentables en renta fija que la deuda alemana (bonos de otros
gobiernos de la zona euro, bonos en euros de compañías con buena salud
financiera…) con los que además se corre menos riesgo de perder dinero. Si no
tiene la suficiente cultura financiera consulte con un asesor independiente.
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