miércoles, 23 de mayo de 2012

GARANTIZADOS, NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE


Tras un buen año 2011 en cuanto a captación para los fondos garantizados españoles (especialmente para los de renta fija), parece que las gestoras españolas están volviendo a ofertar este tipo de productos en mayo de 2012. Los garantizados se han convertido en un producto muy popular entre los partícipes españoles, como lo demuestra que los de renta fija ocupen el primer puesto en cuanto a patrimonio gestionado con 35.000 millones de euros (según datos de Inverco a 30 de abril) entre los distintos grupos de fondos de inversión, y los de rendimiento variable el tercer puesto con 16.000 millones de euros.

Sin embargo, antes de suscribir un garantizado, hay que estar muy seguro de en lo que se está invirtiendo, de si ese es el producto que realmente necesitamos y de si sus costes son los adecuados, porque en muchos casos, lo que hay detrás de la compra de un fondo con garantía externa es la estrategia de captación de una entidad bancaria que necesita cubrir unos objetivos.

Un dato a tener en cuenta sobre los garantizados es que no siempre se puede tener acceso a uno que te resulte interesante, ya que éstos suelen tener un periodo de comercialización de poco más de dos meses, y están disponibles porque venza la garantía de un fondo ya existente o porque a la gestora (generalmente de un banco) le convenga complementar su gama de garantizados. Así nos encontramos con que ha habido meses en el que solo se ofertaban tres garantizados, no en una entidad, sino en toda España.

Si no tiene acceso a un asesor financiero independiente, en Mirodinero le damos una guía para suscribir o no este tipo de productos:
-  En primer lugar, tenemos que preguntarnos si es preciso tener inmovilizado nuestro dinero durante el tiempo que dure la garantía. Estos fondos suelen tener importantes comisiones de reembolso, de hasta el 5%, que debemos abonar si reembolsamos antes de tiempo, independientemente de si el valor liquidativo genera plusvalías o minusvalías. No debemos olvidar que hay otros activos, e incluso otros fondos, que nos pueden dar una rentabilidad parecida pero con liquidez total.
-          En segundo lugar, saber si la garantía que nos ofrecen es lo que andábamos buscando o no. Puede ocurrir que estemos buscando un 3% T.A.E, mientras que lo que se nos presenta es el 105% de la revalorización del Eurostoxx 50 durante un periodo de tiempo distinto. No debemos olvidar tampoco que hay fondos garantizados de rendimiento variable, que ni siquiera aseguran la recuperación de la inversión inicial.
-    En tercer lugar, entender en qué consiste la garantía. En el folleto de inversión de muchos garantizados, disponible en la página web de la CNMV, está explicada la garantía. No son raros los casos (de rendimiento variable) en los que se describen distintos escenarios y varias fórmulas matemáticas para describir la garantía, que no están al alcance de ser entendidos por el director de sucursal bancaria medio.
-     En cuarto lugar, ver el aspecto fiscal. La ventaja fiscal que tienen los fondos de inversión con respecto a otros productos, como los depósitos, por ejemplo, es que solo se tributa al reembolsar el fondo, pudiendo traspasarlo a otro producto y conservando toda la inversión. Sin embargo, existen los fondos garantizados tipo “rentas”, que con una periodicidad determinada (habitualmente trimestral) pagan la garantía en metálico. Esta garantía no la cobramos entera, ya que se le practica la consiguiente retención, y al final del periodo tenemos la inversión inicial.

Un tema fundamental es saber los costes que tienen estos fondos. Como comentábamos anteriormente, estos fondos tienen importantes comisiones de reembolso y suscripción, que pueden llegar al 5%, durante el periodo durante el cual dura la garantía. Pero además, la comisión de gestión anual suele ser elevada, sobre todo si tenemos en cuenta que una vez que se ha montado la estructura de gestión, al inicio del periodo, la estrategia es totalmente pasiva mientras dura la garantía.

Por último, debemos preguntarnos si no hay otro fondo parecido pero que nos vaya a dar más rentabilidad y/o tenga los costes más bajos. En muchos casos, la propia gestora tiene un fondo de renta fija con una duración similar al periodo de garantía, que tiene una comisión de gestión menor, y que al ser gestionado activamente puede obtener en ese plazo una mejor rentabilidad (aunque sin que esté garantizada por escrito de antemano). Para los fondos garantizados de rendimiento variable no es tan fácil hablar de productos equivalentes, aunque los fondos de inversión de renta fija mixta con poca exposición a la renta variable (no más del 10% o el 15% en acciones) o los de retorno absoluto de baja rentabilidad, por ejemplo los tipo VAR 2, podrían obtener resultados similares, y al ser gestionados activamente tiene la posibilidad de aprovechar mejor los movimientos de mercado.

Como conclusión, pregúntese si realmente va a necesitar invertir en un fondo garantizado, y si el producto que encuentra es el que más le beneficia a usted o si por el contrario es el que más beneficia a su entidad financiera.

Fuente: Analistas Mirodinero

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